
¿Escuchaste hablar de la homocisteína? Es un marcador poco pedido, pero clave para tu salud cardiovascular y cerebral.
Cuando está elevada, aumenta el riesgo de infarto, ACV y trombosis, incluso si tu colesterol parece normal.
¿Qué es la homocisteína?
Es un aminoácido que se forma al metabolizar la metionina (presente en proteínas animales).
En niveles normales no causa daño. Pero si se acumula en sangre… puede volverse tóxica para tu sistema vascular.

¿Qué provoca la homocisteína elevada?
- Lesiona el endotelio (pared interna de las arterias).
- Aumenta inflamación vascular.
- Oxida el colesterol LDL → placa aterosclerótica.
¿Cuál es el valor seguro?
Según la American Heart Association: Homocisteína debe estar < 10 micromoles/litro
Valores mayores elevan el riesgo cardiovascular, aunque tu colesterol esté «bien».
¿Y si tengo una mutación genética?
Algunas personas con variantes en los genes MTHFR o CBS metabolizan peor la homocisteína.
En esos casos, se puede:
- Medir en sangre.
- Suplementar según el perfil individual.
- Usar formas activas de las vitaminas (metiladas).
¿Cómo se regula la homocisteína?
Tu cuerpo necesita nutrientes clave para metabolizarla:
- Vitamina B6
- Vitamina B12
- Ácido fólico (B9)
- Betaína (TMG)
- Magnesio y zinc (cofactores esenciales)
La homocisteína es silenciosa… Pero podés medirla, regularla y prevenir daño vascular.
No esperes a que tu cuerpo te grite lo que podés escuchar a tiempo