La clave está en elegirlos bien y consumirlos en la cantidad adecuada según tu actividad diaria. Además, algunos tienen efectos prebióticos que benefician tu salud intestinal. Acá te cuento sobre algunos carbohidratos que no inflaman y que podés incluir en tu alimentación de manera consciente.
Papa, batata y mandioca
Lo obtenemos cocinando los tubérculos y refrigerándolos durante al menos 6 hs. Idealmente dejalos en la heladera de un día para otro, aguantan hasta 3 días en la heladera.
Calabaza, Zanahoria y Remolacha
Baja en calorías, ricas en betacaroteno, el precursor de la vitamina A. La remolacha es muy rica en betaína que tiene efectos: antiinflamatorias, antioxidantes, mejora la salud cardiovascular, apoya la salud de nuestro hígado.
Plátano verde (Macho) o de canarias poco maduro
Son una fuente rica de fibra, vitamina A, C y B6, y minerales como magnesio y potasio. Además, los plátanos verdes ayudan a controlar los niveles de azúcar ya que contienen un menor porcentaje que los plátanos maduros.
Quinoa
Tiene un alto contenido en minerales como el fósforo, el potasio, el magnesio y el calcio La quinoa es rica en vitaminas B, C y E, aminoácidos, buenos para el desarrollo cerebral. Aporta proteínas, fibra y presenta un índice glucémico muy bajo. En la medida de lo posible, remojala durante unas horas, luego enjuaga y escurrila bien y cocinala. Así eliminamos las saponinas, que son antinutrientes naturalmente presentes en la quinoa.