
¿Y si te dijera que muchos síntomas cotidianos podrían estar diciéndote que tenés demasiada azúcar en sangre… incluso sin que lo sepas?
Antojos, hinchazón, mal aliento o necesidad de orinar todo el tiempo no son casuales. Son señales de alerta que tu cuerpo envía.
Cuando tu glucosa en ayunas supera los 80 mg/dL, ya podés estar entrando en una zona de disfunción metabólica (aunque no te hayan diagnosticado nada aún).
1. Antojo constante de azúcar
El exceso de glucosa desregula tu insulina y genera un círculo vicioso de más deseo por lo dulce.
2. Distensión abdominal e intestino permeable
La glucosa alta alimenta bacterias y hongos que inflaman tu intestino y generan hinchazón crónica.
3. Mal aliento
Cuando tu cuerpo no puede usar bien el azúcar, empieza a producir compuestos que alteran tu aliento.
4. Sudoración con mal olor
La fermentación de azúcares en tu cuerpo también se manifiesta en la piel. Es una vía de eliminación.
5. Orinar frecuentemente
El cuerpo intenta eliminar el exceso de glucosa a través de la orina. Si vas muy seguido, prestá atención.
Si tenés más de una de estas señales, tu cuerpo te está avisando. Es momento de revisar tus hábitos.
Movimiento, comida real, descanso y gestión del estrés: tu fórmula básica para regularte.