Comé rico, simple y cuidá tu presión arterial.

La dieta DASH es una estrategia clínica y nutricional muy efectiva para controlar la hipertensión, pero también ayuda a mejorar tu salud metabólica e intestinal.
En este artículo te muestro cómo armar un plato DASH paso a paso:
qué elegir, qué priorizar y cómo combinarlo.
Vas a ver que no se trata de contar calorías, sino de elegir alimentos reales, ricos en potasio, magnesio, fibra, antioxidantes… y sin exceso de sodio.
Base vegetal abundante
Incluí al menos 4-5 porciones de frutas y verduras por día.
Aportan fibra, potasio y antioxidantes que favorecen la salud vascular.
Preferí cereales integrales
Avena, arroz integral, pan 100%, trigo burgol o quinoa.
Son fuente de fibra y ayudan a regular el sodio.
Elegí proteínas con bajo contenido graso
Pescado, pollo sin piel, huevos, legumbres. Evitá carnes rojas procesadas.
Lácteos descremados con moderación
Yogur natural, leche, ricota.
Ayudan a cubrir calcio sin sumar grasas saturadas.
Incorporá grasas buenas.
Nueces, semillas, aceite de oliva extra virgen. Antiinflamatorias y protectoras.
Comer según la dieta DASH no es una moda, es prevención.
Tu plato puede ser tu mejor medicina.